20 de agosto de 2010

Werner Herzog - Aguirre, la ira de Dios




La fascinante historia de Lope de Aguirre, el desquiciado conquistador español del siglo XVI, quien luego de separarse de la expedición de Gonzalo Pizarro, intentó descubrir la mítica ciudad de El Dorado, perdida en la inmensidad del Amazonas. A medida que el explorador lleva a sus hombres a una muerte segura, el film enfrenta al espectador a perturbadores temas como el imperialismo y el fanatismo religioso… Este film, junto a "El enigma de Kaspar Hauser", marcó la consagración internacional de Herzog y ayudó a consolidar el éxito de lo que se dio en llamar "el nuevo cine alemán". Joya de excepcional belleza y fuerza cinematográfica.

Herzog imaginó este film tomando como punto de partida el diario de Fray Ginés de Carvajal, quien narraba, la delirante aventura que un grupo de soldados españoles comandados por el vasco Lope de Aguirre (Klaus Kinski) emprendieron por la inhospitalaria selva amazónica, río abajo, en busca de El Dorado, una leyenda india que hablaba de una tierra bañada en oro, una leyenda que no fue nada mas que eso.

"Aguirre, la ira de Dios", así se autodenominaba provocador el perturbado conquistador español que al final de su delirio pretendía casarse con su propia hija a fin de lograr una casta pura para reinar en América. Es una película confusa y muy esquiva, pero no es nada mas que una obra de la translúcida personalidad, intenciones y estilo de Werner Herzog, quien narra brillantemente, dentro de esa arritmia y locura del film, las desventuras de estos pseudo heroes.

No podria haberse realizado esta película sin la comunión de dos talentos, mas que comunión se podria decir que fue una guerra entre dos talentos como lo fueron Herzog y Kinski, dos personas que se odiaban a muerte, literalmente hablando, dos personas llenas de virtudes y defectos, pero que cuando se juntaban podian crear maravillas. Por un lado estaba el talento visual y de imaginería, la capacidad escenográfica, su atracción por lo irreal y abstracto del cineasta/director teatral Werner Herzog. De otra parte, el indómito, excesivo, altanero, hierático y serio Kinski, un actor tan capaz de lo sublime -aquí, casi- como de lo más detestable -la mayor de las veces-. Con su fisonomía y su estilo interpretativo, Klaus Kinski compone un Aguirre enajenado, aterrador, lunático, visionario, enfermizo, empecinado, endiosado y fracasado en seguir la senda del mítico Hernán Cortés, un hombre que condujo con su aire místico y privilegiado a una legión de hombres al paraíso de Dante, del que cuando quisieron salir ya era demasiado tarde.

Es un film magnífico y en verdad inagotable, revalorizable a medida que pase el tiempo, una obra que transmite lo tétrico al calor y la luz de la densa, frondosa e infinita Amazonía, una obra rayano lo arrebatador, del todo especial. Fotografía de Thomas Mauch, Francisco Joan y Orlando Macchianello, y música, también muy especial, de Popol Vuh.


Título Original: Aguirre, Der Zorn Gottes

País: Alemania
Año: 1972
Género: Aventuras
Guión: Werner Herzog
Director: Werner Herzog
Producción: Werner Herzog
Fotografía: Thomas Mauch (color)
Música: Popol Vuh
Duración: 93 minutos
Intérpretes: Klaus Kinski (Don Lope de Aguirre), Helena Rojo (Inés de Atienza), Del Negro (Gaspar de Carvajal), Ruy Guerra (Don Pedro de Ursúa), Peter Berling (Don Fernando de Guzmán), Cecilia Rivera (Flores), Dany Ades, Armando Polanah y los indígenas de la cooperativa de Lauramarca.


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