26 de noviembre de 2010
Declaración de historiadores y profesores de Historia
La siguiente es la Declaración de Historiadores y Profesores de Historia que se difundirá en los medios próximamente. Si quieren firmar, manden su nombre, profesion (profe, historiador o estudiante de historia) y rut al historiador Sergio Grez (email: sergiogreztoso@gmail.com).
Con motivo de las recientes declaraciones del Ministro de Educación, Sr. Joaquín Lavín Infante, anunciando la reducción de horas de clase de Historia para alumnos entre Quinto Básico y Segundo Medio, los historiadores (as) y profesores (as) de Historia firmantes declaramos:
1. Consideramos dicha reducción horaria absolutamente desacertada y lamentable y por ende, la rechazamos categóricamente, puesto que, contrariamente a lo afirmado por el Ministro, no contribuirá en lo más mínimo a solucionar los graves problemas de desigualdad, inequidad y falta de calidad de la Educación Básica y Media chilena. Al contrario, solo los agravará generando nuevos desequilibrios y distorsiones.
2. Esta medida ha sido adoptada de manera autoritaria y antidemocrática puesto que no ha sido el resultado de un proceso de discusión informado y transparente del profesorado, de sus organismos profesionales y gremiales, y tampoco fue consultada con los especialistas de la disciplina del medio universitario –historiadores y educadores- sino adoptada en base a criterios tecnocráticos, por el círculo del confianza del Ministro Lavín, a puertas cerradas en el Ministerio de Educación. No existen estudios serios que justifiquen esta decisión y que demuestren que la reducción de horas en Historia y Ciencias Sociales a favor de otros cursos beneficiará el aprendizaje de los estudiantes.
3. Además de no asegurar mejores resultados en pruebas de estándares internacionales, la implementación de esta política significará reducir aún más la posibilidad –ya escasa- de desarrollar un pensamiento crítico en los estudiantes y formar ciudadanos reflexivos, aptos para el ejercicio democrático puesto que la Historia es, por antonomasia, creadora de conciencia crítica respecto del entorno social en el que viven las personas, y por ello el mejor instrumento para formar verdaderos ciudadanos. Reducir o minimizar la enseñanza de la Historia y las Ciencias Sociales en las escuelas, colegios y liceos significa, más allá de las intenciones declaradas, coartar y acallar la reflexión y el análisis crítico. Detrás de criterios aparentemente “técnicos” que inspiran categorías como “productividad”, “resultados” y “competencia”, se ocultan inspiraciones e intereses políticos que apuntan a la formación de tecnócratas y mano de obra dócil, incapaz de cuestionar los fundamentos, objetivos y modo de funcionamiento del actual modelo de sociedad. Cabe recalcar que esta medida se suma a una similar adoptada hace algunos años que significó la disminución de las horas de Filosofía en el currículo, con el consiguiente daño para la formación humanista de los alumnos.
4. Nuestra oposición a esta decisión del Ministerio de Educación no está motivada por una mera defensa “corporativa” de tipo laboral (la defensa de las horas que perderán los profesores de Historia), sino principalmente, por las razones expuestas que se vinculan con el tipo de jóvenes y de ciudadanos que queremos contribuir a formar, por el rol central que la Historia puede y debe jugar en el proceso formativo de personas íntegras y conscientes.
5. En consecuencia, hacemos un llamado a toda la comunidad educacional nacional –profesores, estudiantes, padres y apoderados de los distintos niveles del sistema educacional- a hacer público su rechazo a esta nefasta medida y a movilizarse de manera unitaria y coordinada para lograr revertirla.
Santiago, noviembre de 2010(1).
24 de noviembre de 2010
Rock Progresivo Italiano ("...en construcción")
A fines de los 60’s y principio de los 70’s en varios lugares del mundo se produjo una expansión de la tendencia musical progresiva, siendo Gran Bretaña quien ha brindado los grupos más populares de esta corriente. Sin embargo en Europa continental se gestaron otros movimientos con gran número de bandas, particularmente en Alemania e Italia. En este último país la Tríada de Oro comprendida por Premiata Fornería Marconi, Banco del Mutuo Soccorso y Le Orme, llegaron a gozar de prestigio internacional. Sin embargo ellos fueron solo el extremo visible del iceberg de la escena peninsular. Varios factores confluyeron para que se gestara este fenómeno. Los años setenta fueron de una inaudita vitalidad, de grandes contradicciones, pero abiertos a la creatividad. Obviamente los profundos cambios culturales, políticos y económicos tuvieron su correlato en la música. Antes de 1970 grandes figuras como Beatles, Rolling Stones, Who, Hendrix se habían presentado en Italia. Pero a partir de este momento bandas progresivas como Emerson, Lake and Palmer, Van der Graaf Generator, Yes, Genesis y otros se popularizan. Jethro Tull obtiene la mejor respuesta de público en los teatros “Smeraldo” de Milán y “Brancaccio” de Roma en febrero de 1971. Un hecho destacable, fue la creación de “escuelas populares” de música, que logra romper el monopolio de la enseñanza en los conservatorios. Cuando las bandas locales desisten de interpretar la música beat, el peso de su cultura musical, clásica y tradicional contribuye a crear un estilo único dentro del rock progresivo. Entre 1970 y 1971 estas ganas de cambio encuentran su catalizador en el nacimiento de las Reuniones Pop, siguiendo el modelo Woodstock. Las primeras fueron la de “Caracalla” y “Villa Pamphili” en Roma y “Be-In” en Nápoles. Las primeras bandas en aparecer son New Trolls, Le Orme, Trip, e Il Balleto Di Bronzo, obviamente con las reminiscencias aún frescas de la psicodelia y el beat. Después de esa primera generación que tímida y paulatinamente inundó el mercado peninsular, surge la etapa clásica del rock progresivo italiano con Premiata Forneria Marconi, Banco Del Mutuo Soccorso, Osanna, Il Roversio Della Medaglia, Jumbo y Formula Tre, por citar sólo a los más exitosos. La editorial independiente “Stampa Alternativa” dirigida por Marcello Braghini, entabló una guerra abierta contra los organizadores de conciertos de la época, Franco Mamone, Francesco Sanavio y David Zord, a quienes llamaban los “Dueños del Rock”. Por aquellos días aparece una máxima que contribuyó a minar el ambiente y a producir incidentes, la cual decía: “La música si prende, il biglietto non si paga” es decir, “La música se le toma, la entrada no se paga”, con esto los saboteadores entraban en colisión con la policía, por intentar entrar gratuitamente a los conciertos. Decía Marcello Baraghini: “Retomemos la música, la lucha contra los dueños de la música, sus siervos, porque esta es una lucha anticapitalista que nos llevará a bloquear una de las más vergonzosas formas de explotación, aquella sobre la inteligencia y las ganas de vivir, de luchar, de ser feliz”. La revista “Re Nudo” de Milán fundada en 1971 por Andrea Valcarenghi, además de música, cubre temas de política, drogas, sexo y la “contracultura” en general. El éxito de los festivales fue detectado por los productores de la música y la exportación de las obras empezó a generarse con buenas ventas en el Reino Unido y los Estados Unidos. Fue entonces cuando con el decidido apoyo de conjuntos ya establecidos en el concierto internacional como Emerson Lake And Palmer, Yes y Vander Graff Generator el también denominado Espaguetti Rock inició su breve pero efectiva popularización.
A partir del surgimiento de bandas de gran renombre como las nombradas anteriormente, se produjo un fenómeno masivo en el país de la música, los grandes festivales del rock italiano tuvieron lugar, que a semejanza de los festivales ingleses y gringos, fueron megaconciertos progresivos de varios días de duración con lo mejor del conglomerado grupal. El primer festival se registró en Palermo el cual se denominó Palermo pop 71 y contó con en tres días con decenas de bandas; le siguió el de Villa Pamphili con cerca de cincuenta participantes, El festival Davoli que juntó a Banco, Il Balleto Di Bronzo y Alphataurus fue uno de los mas aclamados.
El Rock Progresivo Italiano también ha tenido importantes incursiones fílmicas, las cuales contribuyeron en gran medida con el crecimiento del mismo. Entre éstas, se destacan primordialmente las efectuadas por Goblin, quien musicaliza diferentes cintas sonoras de películas de terror como "Rojo Profundo", "Suspiria’ y "Zombi".
Los grandes intérpretes del Rock Progresivo en Italia están completamente de acuerdo en considerar los años 70 como una temporada favorable para los grupos de rock italianos, sobre todo porque las casas discográficas del país tenían una fuerte presencia en el mundo. Había todo el interés de promover este estilo que estaba naciendo. La buena disposición de los sellos desapareció cuando la venta de los discos de rock no fue igual a aquella de otros estilos musicales. Entonces los grupos fueron obligados a elegir: o traicionar el propio estilo acercándose a la canción melódica italiana o quedarse completamente sin promoción.
Principales exponentes del Rock Progresivo Italiano
Banco del Mutuo Soccorso
Fue y es una de las bandas fundamentales de la escena progresiva italiana. Junto a los otros dos integrantes de la Triada de Oro del rock italiano (Premiata Fornería Marconi y Le Orme) lograron prestigio intencional, llegando a publicar su obra en el mercado anglosajón. Darwin, una obra conceptual sobre el origen del hombre es considerada su obra más trascendente, sin embargo presentan una importante discografía, alcanzando varias veces el nivel de esa famosa producción. Otra coincidencia con aquellas otras dos bandas es que Banco continúa activo, ofreciendo shows internacionales y entrando a estudios periódicamente.
La voz única de Francesco Di Giacomo lleva su música a otras dimensiones y el extraordinario dúo de tablados tocados Vitorio Nocenzi and Giani Nocenzi estructuran las bases perfectas para realizar una música progresiva fuerte pero a su vez hermosa. Entre los instrumentos utilizados por la banda se encuentran órgano, sintetizador, spinetta, pianoforte, piano eléctrico, guitarras, bajo, batería y percusión.
Darwin!, de 1972, es una de las más preciadas joyas del rock progresivo italiano. Una obra conceptual sobre la evolución de las especies, letras en italiano, hermosas melodías e influencias barrocas con unos arreglos instrumentales poco usuales. Cuesta acostumbrarse a las pretensiones operísticas del cantante, pero una vez superada la impresión inicial comienza a gustar y gustar más. Los pasajes instrumentales son realmente buenos, con dos teclados funcionando a la perfección.
Premiata Fornería Marconi
Es otro de los líderes del movimiento progresivo de los años 70. Desarrollaron un estilo que es único italiano, a su vez manteniéndose bajo la línea del resto de los grupos progresivos del mundo. Una lírica romántica, una música delicada llena de fineza, riqueza melódica e instrumental, composiciones y arreglos suntuosos. El nombre, "Forneria Marconi", proviene de una panadería (un horno) en Chiari, provincia de Brescia, y le colocaron “Premiata” al comienzo para subrayar la calidad artesanal de su música.
Le Orme
Nació en el 1966 a partir de la idea del guitarrista Nino Smeraldi de realizar una banda que tocara sus propias canciones, ya que para la época la mayoría de las bandas italianas tocaban covers.
Le Orme, junto a Banco del Mutuos Soccorso y PMF han sido los grupos del panorama progresivo italiano que llegaron a ser más conocidos internacionalmente. Las tres bandas continúan en actividad. El último registro discográfico de Le Orme fue publicado en 1996.
Otras bandas del rock progresivo italiano:
El Rock Progresivo se convirtió en todo un fenómeno socio-cultural donde la música era el estandarte de toda esta generación post beat. Durante el principio de los años setentas hubo una gran proliferación de grupos, casi todos ellos de alto nivel, pero que en su mayoría tuvieron un factor común; asistir a los festivales, grabar un álbum y desaparecer. Este hecho sigue siendo hasta nuestros días algo difícil de explicar. Mucho tuvieron que ver los sellos comerciales pues de lo que se trata siempre, según ellos, es de ser material vendible.
La influencia anglosajona de la música pop de estos años se deja sentir en esta generación italiana, pero lo más importante es que solo fueron tomadas estas influencias como herramientas y nunca como un dogma. La corriente italiana progresiva setentera tiene un valor que radica en este enriquecimiento musical al tomar como herramienta a los estilos ingleses progresivos de la época y unirlos a su gran legado cultural y musical qué históricamente ha tenido el pueblo italiano.
Sin duda alguna, la música es un hermoso arte en el cual se expresan diversos sentimientos. En el caso de Rock Progresivo, toda una sociedad puede establecer diferencias a través de la expresión de ideas que van más allá de lo real, con lo cual se logra obtener una diferencia notable con respecto a otros estilos que generalmente expresan ideas repetitivas. Pero este estilo no sólo busca marcar una diferencia en la música realizada en Italia, sino también intenta establecerse como parte importante de la cultura de un país reconocido mundialmente por su riqueza musical .
10 de noviembre de 2010
¿Elige educar?
Una de las respuestas a la discusión sobre la calidad de la educación en nuestro país ha sido el esfuerzo por atraer “buenos alumnos” a la carrera de pedagogía. Detrás de esta estrategia se encuentra la lógica, o tal vez la constatación, que dicha profesión no es atractiva y que cuando una persona puede elegir, lo hará tomando la dirección de carreras más rentables. No se trata, por supuesto, solo de una decisión económica, aunque no podemos negar el peso que este factor tiene en la opción de un joven con un buen puntaje en la PSU. Las expectativas de salario son un tema, pero la percepción social de la carrera es otro no menor. Hoy en día estamos lejos de la imagen tradicional del profesor como aquel que educa e ilumina las mentes de las nuevas generaciones. Se trata, hoy en día, de un técnico más que implementa programas decididos por otros, a los cuales él es relativamente ajeno. Por otra parte, la imagen difundida del profesor como aquél que apenas maneja los conocimientos de base, aquél que se transforma en profesor por no poder hacer otra cosa, no ayuda en la decisión de escoger dicha profesión.
Vemos así que no se trata tan solo de mejorar los salarios de un gremio (condición necesaria mas no suficiente) sino que también (otra condición necesaria, mas no suficiente) de un cambio en la percepción de la dignidad de una profesión. Es en este segundo sentido que quisiéramos denunciar una situación que nos parece atentar contra esta condición, y por lo tanto, atentar contra el mejoramiento de la educación en nuestro país.
Con seguridad a nadie le extrañaría que el decano de la facultad de medicina fuera un médico, el de la facultad de derecho un abogado, o el de la facultad de ingeniería un ingeniero. Así también, comúnmente estamos acostumbrados a que el ministro de salud sea un médico, el ministro de justicia un abogado y el ministro de hacienda un ingeniero comercial. Lo que extrañaría probablemente sería que un ingeniero fuera decano de la facultad de historia, un abogado decano de la facultad de agronomía, un geógrafo ministro de salud o un ingeniero civil ministro de justicia. Si embargo, a pocas personas parece extrañarle que un ingeniero comercial sea ministro de educación y un físico teórico sea decano de una facultad de educación.
Esto último es lo que ocurre en la facultad de Educación de la Universidad Católica. Donde un destacado físico es desde hace tres años la cabeza de la facultad encargada de formar a los futuros profesores de la UC que trabajarán en las escuelas y colegios de nuestro país desde párvulos a enseñanza media. No se trata de poner en cuestión las capacidades de la persona, sino que más bien preguntarse por la coherencia entre dichas capacidades y el cargo que se desempeña.
Por otra parte, el decano de dicha facultad es también miembro del Consejo de EnseñaChile (filial chilena de la fundación norteamericana Teach for all, cuyo fin consiste en reclutar a profesionales no docentes para que durante dos años hagan clases en escuelas vulnerables “para elevar la calidad de su educación”) lo que al menos aparece como contradictorio pues implica pensar que los llamados a mejorar la educación no son los profesores –mal que mal expertos en educación- sino otros profesionales como ingenieros, abogados o periodistas. Algo absolutamente en concordancia con el artículo 46 de la LGE, en todo caso.
En este sentido, la pérdida del protagonismo de los profesores/as se expresa también en otros ámbitos. Por ejemplo, al menos estos últimos dos años, se ha observado la contratación a través de concurso de académicos de planta permanente que no se han formado y trabajado como profesores de escuela sino que poseen título de sociólogos, sicólogos u otras profesiones, la mayoría de ellos con “doctorados en prestigiosas universidades del mundo” según palabras del propio decano .
Por otra parte, si bien existe un porcentaje de académicos que hacen clases paralelamente en la Universidad y en colegios o escuelas, la mayor parte de los docentes son profesores titulados sin experiencia en aula, pues muchos de ellos/as solo hicieron su práctica docente y se dedicaron a la investigación y formación de profesores/as sin haber vivido la realidad de la educación chilena más de 6 meses o un año, o ejercieron algunos años en su inicio pero luego se dedicaron a la universidad, perdiendo contacto con la cotidianeidad de la escuela y las transformaciones aceleradas que han ocurrido cada día en la sala de clases y en los estudiantes.
El paralelo con otras profesiones nos parece importante aquí. Pensemos en un abogado o en un ingeniero que enseñen su disciplina en una facultad de derecho o de medicina. ¿Podemos decir que la experiencia real de estos profesionales en sus campos respectivos no influya en la calidad de la educación entregada a los futuros médicos y abogados? ¿Cuál sería la evaluación de una carrera de medicina si la mayor parte de la planta de profesores tuviera 6 meses de práctica como médicos y ningún contacto real y más permanente con pacientes? La situación con las carreras de pedagogía en nuestro país, y el gran debate sobre la calidad de la educación, olvida este aspecto, el cual es –en nuestra humilde opinión – esencial.
En la misma dirección, la misma facultad ha privilegiado el ingreso al doctorado en educación de profesionales como psicólogos, sociólogos, antropólogos o asistentes sociales, entre otros, en desmedro de los postulantes provenientes del ámbito pedagógico puro. Por supuesto que nada de malo hay en permitir el ingreso de profesionales que están ligados al estudio de las ciencias sociales que se relacionan de una u otra manera con el fenómeno educativo en su sentido amplio, pero ¿no muestra esta situación una señal implícita donde se menosprecia la profesión docente? Por una parte, se intenta atraer a buenos alumnos mostrándoles la importancia de la carrera pedagógica, pero por otra se les dice que su formación es inferior, comparada con otras profesiones. Si bien es cierto que la investigación educacional requiere una formación amplia en ciencias humanas, ¿no requiere también de una comprensión de la realidad donde se inserta? En el caso límite, podríamos pensar que se les pida a los postulantes de otras profesiones tener algo de experiencia pedagógica de base (y no nos referimos aquí a enseñanza universitaria, sino que con niños y jóvenes). Esta académico-cracia nos parece perjudicial para la investigación en educación, así como para un movimiento que devuelva la dignidad a la profesión docente.
Detrás de estas situaciones pareciera haber un cuestionamiento no solo al estatuto epistemológico del saber pedagógico propiamente tal, sino también al status y lugar que ocupa el profesor en la formación de nuevos docentes de aula. Aparece como si otros expertos fueran los más competentes para formar profesores, siendo implícita o explícitamente un juicio de valor acerca de la capacidad de los profesores de transmitir su saber pedagógico y sostener las condiciones de su propia reproducción como formadores de niños y jóvenes.
Pero este no es el único cuestionamiento que se puede hacer a la realidad de la facultad de educación de la UC. Considerando que el carácter católico de la Universidad debiera implicar necesariamente una actuación coherente con los valores del humanismo cristiano y de la Doctrina Social de la Iglesia en particular, las condiciones laborales de parte importante de sus docentes –en concreto los de la planta especial, es decir, aquellos que no son contratados en forma indefinida- significan una abierta contradicción con este principio.
Situaciones como la contratación a honorarios o plazo fijo de parte importante de los profesores/as que se desempeñan en la facultad, implica que más de la mitad de ellos solo son contratados de marzo a diciembre –es decir, no reciben ninguna remuneración los meses de enero y febrero- con la consiguiente inseguridad laboral y la carencia de antigüedad en el trabajo (necesaria para ser indemnizado en caso de despido), aparte de impedirles el acceso a otros beneficios ligados al trabajo estable. Esto no sería muy sorprendente si habláramos de profesores que llevan trabajando uno o dos años en la facultad, pero la realidad concreta es que hay docentes que llevan 5, 10 y hasta más de 20 años bajo este mismo sistema a plazo, lo cual no solo aparece como ilegal sino abiertamente inmoral.
¿Cual es el impacto de estas situaciones en la calidad de la educación de nuestro país? Entendemos la lógica de mejorar “el nivel” académico de la enseñanza prestada, pero dicha lógica niega la especificidad de la labor pedagógica, como algo que va más allá del trasvasije de contenidos. Pero el punto que nos parece más grave es el atentado que se hace sobre la concepción de la labor del profesor, negando sus competencias específicas y enfatizando su posición como profesionales de segunda categoría. Esta situación, nos parece, es incoherente con la campaña implementada por la facultad de Educación de la Universidad Católica. La elección de educar no es una simple suma y resta en relación al salario, sino que pasa por una decisión que involucra un compromiso con personas y con la sociedad. Pareciera que, por una parte, lo que se escribe con una mano –la invitación a dedicarse a la pedagogía- se borra con la otra –el carácter subordinado que se les concede a los propios profesores en la labor de formadores de otros profesores. Y por otra, a través de condiciones laborales inadecuadas, se reafirma la precariedad de la posición y situación del profesor. Como si se dijera: elige educar, pero no esperes que te consideren como experto en la formación de otros ni aspires a condiciones de dignidad profesional.
Por CÍRCULO DE PROFESORES INDIGNADOS
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