Martín Gusinde se ordeno como sacerdote en 1911 e ingresó a la Congregación del Verbo Divino, dirigida por el padre Wilhelm Schdmid, quien fundó la revista Anthropos originándose así un Instituto especializado de cuyo seno surgieron conocidos hombres de ciencia etnológica, antropológica y lingüística como Wilhelm Koppers, Paul Schebesta y el mismo Martín Gusinde.
En 1912 es enviado como profesor de ciencias naturales a Santiago de Chile para enseñar en el Liceo Alemán de la misma Congregación. Se le ofrece la oportunidad de trabajar con el arqueólogo alemán Max Uhle, en el Museo de Etnología y Antropología de Chile. Durante los próximo cuatro años realiza estudios y trabajos de campo entre los araucanos de Chile.
En 1918 decido realizar su primer viaje de campo a Tierra del Fuego. Parte de Santiago a Punta Arenas, permaneciendo en este lugar casi un mes a causa de una prolongada huelga. Estudia los materiales del Museo de los Misioneros Salesianos y la "colección de Tierra del Fuego". Al año siguiente se dirige a Isla Dawson donde hasta 1912 existía la conocida Misión Salesiana destinada a abrigar a los Halakwulups. Cuando regresa a Punta Arenas t En 1919 se traslada a la Misión Salesiana de Río Grande, donde lo recibe el Padre Zanchetta. Halla en la región pocos Selknam pero extrae un esqueleto. Este grupo había sufrido un severo exterminio durante las últimas cuatro décadas.
Efectúa una visita a la Misión Salesiana del Padre Zenone ubicada en Río Fuego en la Estancia Viamonte. Aquí encuentra aproximadamente 216 miembros de los Selknam. Visita asimismo en el Lago Fagnano un grupo pequeño de 29 miembros Efectúa su primera visita a los grupos Yamana en Punta Remolino, donde habitaba el ex-misionero anglicano John Lawrence. Este grupo estaba integrado por unos 60 miembros y su campamento se situaba muy cerca de la casa de los Lawrence. Regresa a Santiago para continuar con la docencia en el Colegio Alemán.
En diciembre regresa a Tierra del Fuego. En la isla Navarino visita la ex-Misión Protestante y prosigue luego a Isla Grande. Desembarca en Punta Remolino, donde le aguarda la familia Lawrence. Con la ayuda de la señora Lawrence se reúne con una docena de las familias Yamanas, e incluso los convence para que preparen una Ceremonia de Jóvenes, en la cual él mismo tiene una muy activa participación. Parte de regreso a Santiago de Chile en marzo de 1920 antes del inicio del nuevo año escolar.
Entre 1921 y 1922 realiza su tercer viaje a Tierra del Fuego. Lo acompaña el Padre Wilhelm Koppers. El objetivo de este viaje era interiorizarse en la vida y costumbre de los Yamanas. Fracasa la posibilidad de reunirlos en Punta Remolino. Se dirigen entonces a la Estancia Viamonte, con el fin de observar la vida de los Selknam. Regresa a Punta Remolino y logran reunir consenso para la realización de una ceremonia Kina en la isla Navarino. Ambos son admitidos y se les permite realizar por primera vez dibujos.
El cuarto viaje lo realizó entre los años 1922 y 1924, en el cual visita a los Yamanas en Punta Remolino. En el mes de marzo comparte con ellos una "Loima-Yekamush", ceremonia destinada a la formación de los médicos-hechiceros. En abril de 1923 llega a caballo al pequeño campamento Selknam del Lago Fagnano. El 21 de mayo comienza la ceremonia Kloketén por insistencia de Gusinde que contribuye con 360 corderos. Culmina el 7 de julio.
Por problemas de salud regresa a Punta remolino. Allí escribe un amplio informe al Padre Schmidt que lo publica en Anthropos. Luego se traslada a Puerto Ramírez en el Canal Smith. Aquí existía un Depósito de Carbón de la Marina Chilena donde solían reunirse los Halakawulups. Toma medidas antropométricas y elabora un vocabulario. Logra interiorizarse en algunos aspectos de la ceremonia de Iniciación.
Desde mayo de 1924 se publica en la revista de la Congregación "Stadt Gottes", una detallada relación en cinco números consecutivos. La misma revista publicó en 1923, su informe sobre su estadía con la tribu de los Yamanas, a partir del número de octubre en tres partes consecutivas.
En este año abandona Chile y regresa a Austria, donde se inscribe como estudiante de Etnología, Antropología y Prehistoria en la Universidad de Viena. Los próximos 40 años los dedicar a escribir su vasta obra sobre las poblaciones fueguinas.
A pesar de ello siguió siendo un investigador y explorador incansable, recorriendo el mundo en busca de “pueblos primitivos”, entre ellos los pigmeos twa y bambuti del Congo, los negritos de Filipinas, los yupa de Venezuela, los ainos de Japón y los papúes de Nueva Guinea.
En 1931 se publica el primer volumen de su monumental obra FEUERLAND INDIANER. BAND DIE SELKNAM. El Segundo volumen, FEUERLAND INDIANER, Band II: DIE YAMANA aparece en 1937. Dos años después se publica la segunda parte del tercer volumen ANTHROPOLOGIE der FEUERLAND INDIANER La primera parte del mismo estaba reservada a los Halakwulups y el manuscrito de esta monografía lo tuvo terminado antes del comienzo de la segunda guerra mundial. Durante el transcurso de la misma, las dos terceras partes del mismo resultaron destruidas. En 1974 se publica el primer volumen sobre los Halakwulups reescrito en el año 1964.
Sin duda, Gusinde nos ha dejado una valiosa y completísima obra sobre las poblaciones aborígenes de Tierra del Fuego. Sus escritos exponen con gran rigor, no sólo las costumbres, y la cultura material de estos pueblos, sino el rico mundo espiritual, constituido por sus creencias, ritos y relatos.
Los Selknam celebraban ritos de iniciación masculina durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes o klóketen, tal rito iniciático era llamado h'ain; realizado al producirse la pubertad daba a los jóvenes la categoría de adultos, si a muchos observadores externos les puede llamar la atención el "body-art" -los cuerpos eran pintados-, sorprendieron aún más a los testigos presenciales por las durísimas pruebas -en especial de resistencia física- a que eran sometidos los iniciados. Las mujeres estaban excluidas. Los ritos se basaban en un mito que narraba cómo los hombres habían derribado una organización previa dominada por las mujeres.
Referentes a sus deidades, eran politeístas y creían en un ser supremo que castigaba la maldad. Temáukel era la denominación de una gran entidad sobrenatural que consideraban mantenía ordenado al mundo, aunque la deidad creadora del mundo era llamada Kénos o Quénos. El sol y la luna, a los que llamaban Krenn y Kreen, tenían gran importancia para ellos; siendo el sol el esposo de la luna, y quién corría tras ella para castigarla, pero sin alcanzarla. También podemos mencionar a K'aux, un personaje mitológico que veló por el orden y las buenas actitudes de los miembros de cada tribu, y el que inculcó todas y cada una de las leyes a los selknam; y quién junto a su sobrino Táiyin, derrotó al cruel espíritu Táita.
Los "chamanes", llamados kon, ayudaban a los cazadores y curaban enfermedades. Recibían su poder de los espíritus de los "chamanes" muertos, quienes se les aparecían en sueños. A los muertos se les enterraba superficialmente y la familia abandonaba el lugar y quemaban sus pertenencias ya que había que olvidar en la tierra al difunto. Los selknam tenían la creencia que después de la muerte se les llevaba a un juicio celestial en presencia de todos los dioses. Si ellos no deseaban que el difunto ingresara a su reino y gozara de vida eterna (ya sea por mala conducta o por faltar alguna ley), debía castigárseles llevándolo a los infiernos, donde la diosa de los infiernos, el caos y las malas actitudes, Xalpen, lo esperaba para hacerle sentir sufrimiento y dolor por la eternidad.. Los selknam creían además que la diosa Xalpen recurría a sus dioses guerreros, los Soortes, para llevar a cabo sus planes de caos y destrucción. Mitos semejantes se encuentran en las más diversas culturas lo cual sugiere están representando el pasaje del predominio de la función materna al de la función paterna
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