Bronislaw Malinowsky (1884–1942) ha sido uno de los más grandes antropólogos dedicados al trabajo de campo. Qué mejor que la descripción de su trabajo en la introducción a Los argonautas del Pacífico Occidental (que ya estaremos en condiciones de poner en línea) para conocer el tema. Aprendió a hablar el lenguaje de los trobriands, a los que estudiaba; vivió con ello y apuntó la mayoría de los datos en su idioma. La descripción de la propia experiencia en las islas Trobriand, es la fuente de mayor influencia en las décadas posteriores, y establece unos modelos que todavía no han sido realizados por la mayoría de los etnógrafos.
Malinowsky y Alfred Radcliffe-Brown son considerados como los fundadores del funcionalismo moderno en antropología. El funcionalismo de Malinowsky viene orientado biológica y psicológicamente. Su aceptación del funcionalismo como una transformación de las necesidades del individuo en necesidades sociales secundarias, comprende este punto de vista. Debe observarse que este punto de vista biopsicológico del funcionalismo es muy diferente del de Radcliffe-Brown, que no tiene en cuenta al individuo y enfatiza en las funciones del sistema social.El funcionalismo de Malinowsky se funda en lo que él considera las siete necesidades básicas del hombre: nutrición, reproducción, comodidades físicas, seguridad, relajación, movimiento y crecimiento. Estas necesidades individuales se satisfacen por las instituciones culturales y sociales derivadas, cuya función es satisfacerla. Es decir, cada institución social tiene necesidad de satisfacer, y así lo hace cada punto cultural. El punto de vista de Malinowsky de la cultura está también basado en las necesidades humanas biosociales fundamentales; considera la cultura como una herramienta que responde a las necesidades de los seres humanos de una forma que va más allá de la adaptación.
Una de las contribuciones de Malinowsky que se han comentado a menudo es la idea de de la institución. La razón puede estar en que, al llamar a un fenómeno social específico “institución”, animó a los demás a usar esa palabra, ya que se utiliza de muchas maneras diferentes. Sin lugar a dudas, la idea básica es muy útil, no sólo en las descripciones etnográficas, sino también en los estudios comparativos. Una institución, dice Malinowsky, es un grupo de gente unida u organizada para un propósito determinado. Tienen unos estatutos, o explicación, y poseen la técnica con que conseguir, o intentar conseguir, dicho propósito.
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