31 de diciembre de 2011

ALBERTO PASCHUÁN - Cazuela de Chancho. Poesías telepáticas del tercer mundo

Hemos querido terminar este año con algo especial para quienes editamos Marca de la Mole. Cazuela de chancho es un libro inédito de poesías del chileno Alberto Paschuán, quien a la época de escribir el libro, fines de la década de los 80´s, era un estudiante de pedagogía en historia y geografía.

Este trabajo fue desarrollado entre los años 1987 y 1991, que representan el período de mayor fuerza creativa del autor. La dictadura de Pinochet, el término de la Guerra Fría, las mujeres, la ciudad de Santiago, la bohemia y ciertos rasgos de desencanto de la democracia burguesa del primer gobierno de la Concertación marcan un poco el contexto de esta obra poética.

Cazuela de chancho no es una elegía, se habla no del amor sino que desamor, aquí la idea clásica del canto a la belleza de la poesía tradicional es reemplazada por estertores del autor frente a la vida que le tocó vivir en aquel momento a través de una serie de textos más bien cortos pero que concentran un poderoso mensaje.

Para el autor la poesía no tiene como objeto exaltar lo bello ni al amor como cuestión idílica. En su pluma la poseía se convierte en un trueno, en un arma que exalta la soledad y el angustia del hombre moderno.

Este texto tiene un hilo conductor y que es la ironía. La vida moderna y el desamor, la política, son puntos de encuentro de la obra que consta de cerca de cuarenta poemas divididos en una serie de cuadros a modo de capítulos. Esperamos que sea del agrado del lector.

Aprovechamos estas líneas para despedir este año infausto, que el próximo les traiga buenas noticias y sentimientos positivos. Hasta la vista amigos y esperamos, como siempre, sus comentarios que nos permitirán ir mejorando cada vez más nuestros contenidos. Felicidades.


Servirse una cazuela

30 de diciembre de 2011

DAVID HARVEY - Urbanismo y desigualdad social



David Harvey geógrafo, sociólogo urbano e historiador social marxista de reputación académica internacional nació en 1935 en el Reino Unido. Se doctoró en la Universidad de Cambridge en geografía histórica, y en 1969 se mudó a Baltimore, en Estados Unidos, como profesor de geografía en la John Hopkins University. En ese mismo año aparece su primer libro, La explicación en geografía, y a partir de ese momento su interés comienza a centrarse en los aspectos sociales y políticos de la disciplina. En la actualidad es profesor en el Graduate Center in Anthropology de la City University of New York.


En la década de 1970 la «geografía marxista» abrió una nueva etapa e hizo numerosas aportaciones en los campos de la «renta urbana», los procesos suburbanos, las repercusiones espaciales del imperialismo, la ecología de las regiones marginales, las teorías de la organización descentralizada del espacio, la relocalización industrial, la teoría de la economía-mundo y la nueva división internacional del trabajo, y las relaciones entre espacio y las diferencias de género, entre otros. Urbanismo y desigualdad social (1973) es en muchos sentidos un destacado exponente para el análisis marxista del espacio urbano y el estudio que su autor inició con esta obra cristalizaría en The Limits to Capital (1982), centrado, en parte, en cubrir las lagunas de la teoría marxista cuando trata de formular una teoría del proceso de urbanización bajo las condiciones del capitalismo.
En esta obra de Harvey encontramos una de las exposiciones más desafiantes de la relación que existe entre justicia social, sociedad y espacio urbano. La justicia social es ante todo una aplicación concreta de principios justos con el fin de resolver las demandas encontradas y los conflictos. La necesidad de cooperación deriva de la naturaleza social de los seres humanos, y de aquélla, a su vez, surgen demandas que compiten para conseguir una distribución equitativa de los resultados alcanzados al cooperar. El objetivo de los ensayos que componen este trabajo es el de formular una teoría del urbanismo capaz de dar cuenta de la forma en que la ciudad y la planificación urbana reflejan la desigualdad social, contribuyen a reproducirla o incluso la refuerzan y profundizan.

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29 de diciembre de 2011

Fredrik Barth - Los grupos étnicos y sus fronteras: la organización social de las diferencias culturales

Aunque para muchos hay un antes y después de Fredrik Barth en el estudio de las cuestiones étnicas, sería mucho más justo decir que este antropólogo de origen alemán representa la confluencia de por lo menos tres grandes tradiciones teóricas: la británica, la norteamericana y la escandinava, y que es precisamente esta confluencia la que daría un nuevo giro a los estudios sobre identidad y etnicidad.
Nacido en 1928, Barth estudiará antropología en Chicago y en Londres, para recibir más tarde su Ph.D. por la universidad de Cambridge en 1957. Hizo trabajo de campo en Irán, Irak, Pakistán, Sudán y Noruega, y ha enseñado en universidades de EEUU, Australia y Gran Bretaña, pero probablemente su mejor momento está vinculado a su práctica docente en la universidad de Bergen, donde toma contacto con una serie de investigadores que lo familiarizarán con los puntos de vista escandinavos sobre estas temáticas.
En Chicago, tuvo la oportunidad de conocer la obra de Erving Goffman(1) y otros interaccionistas interesados en cuestiones de identidad y estigmatización social. Londres y Cambridge lo prepararon en economía y antropología ecologica.
Cuando Barth escribe su “Introducción” a Los grupos étnicos, todos estos elementos (y un conocimiento profundo de materiales etnográficos claves) entrarán en juego. La afirmación básica de Barth es que es necesario hacer un replanteo de la forma en que se ha manejado hasta fines de los sesenta la noción de grupo étnico.
Según él –y en esto no se equivoca-, la expresión grupos étnicos ha sido utilizada en la literatura antropológica para designar a comunidades que:
     1. En gran medida se autoperpetúan biológicamente.
     2. Comparten valores culturales fundamentales con unidad manifiesta en formas culturales.
     3. Integran un campo de comunicación e interacción.
     4. Cuentan con miembros que se identifican a sí mismos y son identificados por otros, constituyendo así una categoría distinguible dentro de categorías del mismo orden.

Sin embargo, el uso de esta definición de tipo ideal no estaría muy lejos de la proposición tradicional que afirma que ciertas características somáticas = una cultura = una lengua, y que una sociedad = una unidad que rechaza o discrimina a otras. No obstante, -piensa- con ciertas modificaciones bien puede ser útil para enfrentar todavía situaciones etnográficas si es que se lleva a cabo un cambio de énfasis. Este cambio de énfasis no tiene tanto que ver con el contenido mismo de estas afirmaciones, como con la necesidad de adecuarlas a las exigencias empíricas. No deben ser los hechos los que deban ajustarse a la teoría sino, por el contrario, la teoría a los hechos.

A partir de allí, y en clara alusión al conocido trabajo de Raoul Narroll (1964), Barth objetará –y a la vez propondrá- tres cosas a la perspectiva tradicional:

  1. Debe hacerse fundamentalmente hincapié en que los grupos étnicos son categorías de adscripción e identificación que son utilizadas por los actores mismos y tienen, por tanto, la característica de organizar la interacción entre los individuos.
  2. En vez de trabajar por medio de una «tipología» de la forma de los grupos étnicos y sus relaciones, hay que explorar los diferentes procesos que en cada caso han participado para la generación y conservación de los grupos.
  3. Para poder observar estos procesos, debe desviarse el foco de la investigación de la constitución interna y de la historia de los grupos étnicos para centrarlo más bien en los límites étnicos y su persistencia.

Así pues, esta concepción de los grupos étnicos como categorías de adscripción-identificación será la respuesta “a lo Chicago” de un problema que más que tener que ver con la escuela escandinava debe asociarse en todo caso a la pregunta que se hace Edmond Leach (2) –y a través de él a toda la escuela británica- en Sistemas políticos de la Alta Birmania: ¿es posible mantener los esquemas descriptivos que hasta ahora se han utilizado para dar cuenta de ciertos límites en las realidades sociales que los antropólogos estudian? Shan y kachín –reflexionaba Leach- se han tratado siempre en sí mismos como totalidades aisladas. Las monografías sobre los kachín ignoraban a los shan, y viceversa. “Sin embargo, los kachín y los shan son en casi todas partes vecinos contiguos y en los asuntos ordinarios de la vida participan muchas veces juntos”.

Los materiales empíricos que citará para mostrar la viabilidad de su programa estarán en parte representados por su propia experiencia con grupos pathanes y baluches en las regiones adyacentes a Afganistán y a Pakistán occidental, pero quizás la parte más sustanciosa de la demostración no esté allí, sino en los trabajos de algunos de los colegas con los que se conecta a partir de Bergen: Harald Eidheim, Gunnar Haaland, Henning Siverts. Refiriéndose a los lapones de Finmarken al norte de Noruega, Heidheim trabajaría sobre la posibilidad de que la identidad étnica funcione como un estigma social y, a través de ello, permita la reproducción de determinadas estructuras sociales. Haaland, sobre cómo los factores económicos han sido determinantes en los procesos establecidos entre dos grupos étnicos del Sudán occidental, los fur y los baggara; pastores los primeros, agricultores de azada los segundos. Y Siverts, finalmente, sobre la estabilidad étnica y la dinámica de límites en los Altos de Chiapas al sur de México, lugar donde conviven ladinos, tzotziles y tzeltales.

De todos estos trabajos, los de Haaland y Siverts van claramente mucho más allá de la definición de Barth, planteando incluso que los factores infraestructurales podrían tener un lugar bastante más destacado que el mero hecho de la adscripción-identificación. Quizás por esto, y desde mediados de la década del setenta, algunos antropólogos suecos y noruegos comenzarán una aproximación muy peculiar al marxismo que dará nuevamente un giro de interés a una de las escuelas de antropología social teóricamente más atractivas del siglo veinte.

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22 de diciembre de 2011

JOGE GERA - Fotografías




En este día quiero presentar a un gran amigo. su nombre es Jorge Gera con quien reunió la vida hace unos veinticinco años cuando aún eramos unos chicos de colegio (de hecho en nuestras historias se me vienen a la cabeza algunas cimarras).

Nace en santiago el 27 de abril de 1970. En 1987 viaja  radicarse a los Estados Unidos llegando a Nueva York. Ahí estudia música en el  Queens College, graduándose en 1993. Luego de mucho dar vueltas por ese país llega a vivir a Chicago ciudad en la que actualmente reside. Desde el año 2008 trabaja como fotógrafo profesional publicando sus trabajos en diversas revistas y magazines.

Puedes ver sus trabajos en diversos sitios tales como:



El criterio que uso para la muestra está dado según el siguiente orden: modelos, viajes, comidas y vida. espero que disfruten de las imágenes.

MODELOS:











VIAJES:












COMIDAS:












VIDA:















11 de diciembre de 2011

GREGORY BATESON - Para una ecología de la comprensión humana


Nace en 1904 en Estados Unidos y muere en San Francisco en 1980. Adquirió su formación científica en Cambridge, en el área de la antropología. Ésta es la misma universidad donde también estudió su padre, el notable biólogo inglés especializado en genética, que entre otros aportes redescubrió la Ley de Merton; de él incorporaría muchos aspectos de la teoría de la evolución y de la teoría de sistemas.
Después de la Segunda Guerra Mundial participa en las Conferencias Macy sobre cibernética, donde se nutre de las ideas de Warren McCulloch, Norbert Wiener, John von Neuman, entre otros.
Los amplios aportes que hizo en las más diversas ramas del quehacer científico pueden resumirse en el siguiente esquema:
  • '20, en esta década estudia biología y antropología.
  • '30 realizó trabajos antropológicos en terreno en: Iatmul, Nueva Guinea y en Bali; en conjunto con su esposa Margaret mead.
  • Durante la guerra sirve en Oficina Americana de Servicios Estratégicos.
  • '40 participa en las Conferencias de Macy
    Es co-autor con el psiquiatra Jurgen Ruesch del trabajo Comunication: The Social Matrix of Psichiatry.
  • '50 trabaja en el Hospital de Veteranos en Palo Alto, donde aplica conceptos de cibernética a personas con problemas de alcoholismo y esquizofrenia, generando nuevos enfoques en el tratamiento de estos problemas.
  • '60 efectúa investigaciones en la comunicación Inter-especies, lo que le permite elaborar nuevas teorías sobre el aprendizaje.
  • '70 realiza intentos de integrar las intro-visiones de sus investigaciones previas, efectuando revisiones de la teoría darwiniana de la evolución (Espíritu y Naturaleza). Con esto cierra el círculo de sus reflexiones retornando a la biología.
Epigramas acuñados por o referidos a Bateson
  • La ciencia nunca prueba nada.
  • El mapa no es el territorio y el nombre no es la cosa nombrada. (Acuñado por Alfred Korzybski).
  • No hay experiencia objetiva; toda experiencia es subjetiva.
  • Los procesos de formación de imágenes son inconscientes.
  • La división del universo percibido en partes y totalidades es conveniente y puede ser necesaria, pero ninguna necesidad determina de qué modo debe practicársela.
  • Las secuencias divergentes son impredecibles.
  • Las secuencias convergentes son predecibles.
  • Nada puede provenir de la nada.
  • Número es diferente a cantidad.
  • La cantidad no determina la pauta.
  • No hay valores monótonos en biología.
  • A veces lo pequeño es hermoso.
  • La lógica es un modelo deficiente de causa y efecto.
  • La causalidad no opera hacia atrás.
  • El lenguaje comúnmente acentúa sólo un lado de cualquier interacción.
  • Las palabras "estabilidad" y "cambio" describen una parte de nuestras descripciones.
  • Bateson define información como "una diferencia que hace una diferencia".
Pero todos estos datos biográficos no logran reflejar toda la significación de la obra de Gregory Bateson. En su trabajo de amplísimo alcance sobre pautas de cambio progresivo en las relaciones humanas, la aplicación de la teoría de Russell de los tipos lógicos a la historia natural humana y a la teoría del aprendizaje, la función del cambio somático en la evolución, la naturaleza del juego, la teoría del doble vínculo en la esquizofrenia, los efectos del propósito consciente sobre la adaptación humana, la naturaleza de la adicción, la relación entre conciencia y estética, los criterios de proceso mental y la “metapauta” que elimina la supuesta dicotomía entre mente y naturaleza; en toda esta obra aparentemente dispar, Bateson trataba continuamente de esclarecer el fundamento de forma y pauta en el mundo viviente. Las implicaciones de semejante unificación teórica -y vívida- de mente y cuerpo quedan aún por desarrollar.
Considerando que pasó toda su vida explicando la manera de concebir procesos mentales de cualquier índole, la obra de Bateson es valiosa para los estudiosos de virtualmente todos los campos que se interesan en las bases epistemológicas de sus disciplinas y, en particular, de sus investigaciones y pensa­mientos. Su obra tiene muchas significativas implicancias en cuanto a los problemas teóricos, sociales, ecológicos, éticos, educacionales, médicos y personales de nuestro tiempo.
Sus investigaciones y reflexiones abarcaron áreas tan variadas como: antropología, etnología, teoría del aprendizaje, psicología anormal, cibernética, teoría de sistemas, lógica, epistemología, entre otras. Prácticamente, en todas ellas realizó aportes trascendentes e innovadores. Parte muy importante de sus aportes se encuentran en estos trabajos que ahora les entregamos:









9 de diciembre de 2011

THEODOR ADORNO & MAX HORKHEIMER - Dialéctica de la Ilustración

                                                     
Este libro parece publicado en 1947 cuando los humos de la Segunda Guerra Mundial todavía no se habían disipado. Su punto de partida es el convencimiento de que "somos incapaces de describir lo Bueno, lo Absoluto, pero sí podemos, en cambio, caracterizar aquello que nos hace padecer, que necesita ser transformado y que debería unir a todos los que se empeñan por conseguirlo en un esfuerzo comunitario y de solidaridad".

La crítica de la razón tecnológica, el peligro de las derivaciones de la nueva física atómica, la pérdida de autonomía de la ciencia ante el poder político, la implantación del "poder desnudo" con un uso instrumental de la ciencia, hicieron desembocar esta autocrítica de la ciencia del siglo XX en la necesidad de una nueva manera de pensar en la época de las armas atómicas. La confianza en la pura razón científica se ha roto definitivamente.

Los principales representantes de la Escuela de Frankfurt, presuponen que lo que se está viviendo es una crisis de la ciencia, y como la ciencia es la expresión por antonomasia de la razón en nuestra época, por implicación, se trata de una crisis de la razón. En esto Horkheimer y Adorno son herederos de la llamada "cultura de la crisis" que dominó en la Alemania de los años 20, uno de cuyos principios fue la afirmación de la "crisis de la ciencia" y el desprecio por la lógica formal. Esta herencia aparece en la crítica que hacen de la ciencia y de la tecnología en relación con la razón instrumental.

El interés preferente de Adorno y Horkheimer era la crítica sociocultural (o mejor: la crítica de algunas subculturas particularmente significativas de nuestra época de "cultura de masas").

Habían propugnado un filosofar contrario a la vez a toda metafísica idealista y a todo cientificismo, que se concretaba en el estudio de las mediaciones psíquicas entre estructura social y carácter, entre posición socioeconómica y carácter. Desde los años veinte hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial los exponentes de la Escuela de Frankfurt compartieron tres experiencias que han marcado su reflexión: el proceso de burocratización en la Unión Soviética, la consolidación de los regímenes fascistas en Alemania e Italia y la potencia integradora del capitalismo en la "sociedad de consumo".

La tesis central de la Dialéctica de la Ilustración es: la Ilustración, que pretendía ser crítica-racional (autocuestionadora), que es el punto principal del proceso de formación cultural con el que se identifica la modernización occidental, se ha convertido en una nueva mitología que refuerza aquello mismo con lo que quería acabar. En el eclipse de la razón, y a través de la crítica de la razón instrumental, lo que se impone es establecer un nexo entre el pensar filosófico y la oscura perspectiva que presenta el futuro real.


dialéctica de la ilustración