19 de septiembre de 2012

José Bengoa - Historia del Pueblo Mapuche (Siglos XIX y XX)

Esta es una historia acerca de la intolerancia. Acerca de una sociedad que no soporta la existencia de gente diferente. De un país español, criollo, europeo, cristiano occidental, que se dice civilizado y trata de acabar con los bárbaros, los salvajes, los hombres que deambulan libremente por las pampas y cordilleras del sur del continente. Ellos se defendieron del salvajismo civilizado; hicieron lo que pudieron, vivieron como mejor supieron, pelearon hasta el cansancio, y terminaron por morir y ser vencidos por el progreso. Entró, el ejército, lo siguieron el ferrocarril y los colonos que venían a “hacer la América”, sin percatarse siquiera de lo que había ocurrido. Esta guerra inicua, que nuestros gloriosos ejércitos republicanos emprendieron en la segunda mitad del siglo pasado, fue guiada por la intolerancia: el derecho de quien se Cree civilizado a combatir la barbarie, en nombre de banderas y santos coronados de las mitologías del progreso de la humanidad.

La historia de los que no aceptaron ha sido silenciada. Hay, al parecer, una definida tendencia a identificar la historia humana con la historia de los vencedores; los vencidos -tantas veces percibidos como barbaros- no Suelen tener historia, o su historia es absorbida por el triunfalismo de los vencedores. Quedan así en la memoria, cuando han quedado, como curiosas especies que no lograron sobrevivir, o perdiendo la propiedad de sus aportes al desarrollo del hombre, u ocupando un lugar en la mitología del vencedor, donde personifican fantasmales fuerzas del mal, del pasado, de la monstruosidad que el progreso de los pueblos debe desterrar. Es lo sucedido con el pueblo mapuche en nuestras historias, las que nos han hecho olvidar que en él había familias, amores, sentido del honor, moral intachable; en fin, vida humana en toda su complejidad.
El objetivo de este libro ha sido rescatar esta historia olvidada, negada, silenciada por nuestras culturas intolerantes. Cada frase, cada relato, cada episodio recuperado, es un alegato ético que rechaza la intolerancia y afirma el derecho de los pueblos a ser como quieren ser, a vivir de acuerdo a sus propias modalidades sociales. No solamente importa que hayan muerto muchas personas, que se pueda hablar de genocidio o etnocidio; importa mis aun que se siga pensando en forma intolerante.



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